domingo, 29 de agosto de 2010

Referente

Te uso de referente. Transito el tiempo aferrada a tus comisuras. El infinito está centrado en tu pupila que, dilatada, me regresa la imagen de una catástrofe: amor a la más vieja usanza. Me abandono en el hábito de tu tacto y los relojes de arena vierten su contenido en mi espalda. La implosión que causamos, después del descuidado beso, ha dejado astros rebotando por toda la habitación. En tu descuido me volví una metáfora y voy cavilando tu muerte entre encajes y sedas. Estas destinado a mis piernas. Me hago a la mar de tu presencia en una barca lascivia. Vine a tentarte. Con la bandera del amanecer voy a proclamar míos tus puertos, todos los parajes recónditos de tus calendarios. Te hago verbo. Conjugado entre mis labios sabes a pecado. En tinta, sobre el costado del papel, te escribes onírico. Te me antojas mitológico, un Hecatónquiro que sostiene en cada una de sus manos mis deseos y por cabezas las fases del ciclo lunar. Me defino. Estoy dispuesta a buscarte en cada exhalación.

martes, 24 de agosto de 2010

Azar


En un movimiento arriesgado dios apuesta todas sus fichas, está seguro de que esta es la mano ganadora. Varios demonios mimetizan el gusto detrás de sus ojos oscuros. El innombrable, su líder, esboza media sonrisa con la comisura izquierda. Se tira la última carta. Dios se lamenta, el diablo le palmea la espalda de forma conciliadora y ríe a carcajadas. Abajo, en el mundo mortal, otro hombre está enamorado.

jueves, 19 de agosto de 2010

La noche contigo se cuenta en segundos

Leo. Me pierdo en la poesía, terreno plagado de amantes y dioses. Las musas danzan alrededor de mi cama, Adán me ofrece un esqueleto escarlata rodeado de serpientes y los suicidas dibujan las letras de cada texto en la pared. Trato de encontrarme. Exudo la sentencia del pasado, de lo imposible y la habitación se llena de aromas complejos. Todo se hace verso y los verbos pierden sentido. Cronos toma una daga y desmenuza mi sutileza. Tu inmensidad se me antoja a mar de náufragos, atestado de botellas con mensajes implícitos. Hace frío. Me sostengo de las sábanas y alcanzo una de las misivas. Letras doradas presagian mi ruina. La noche contigo se cuenta en segundos.